Próximos desafíos en la accesibilidad digital
Revisar la accesibilidad de los procesos y herramientas tecnológicas internas, articular un plan de formación y poner la lupa en todo el contenido digital de la web corporativa. Estos son los objetivos que se plantea la Unidad Responsable de Accesibilidad (URA) de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló para este 2021. Un año para seguir rompiendo las barreras digitales y para garantizar el acceso y uso de las tecnologías de la información (TI) entre toda la comunidad universitaria, tengan o no necesidades especiales.
Aunque la accesibilidad digital ya hace tiempo que es una prioridad para la Universidad, el 2020 ha supuesto un punto de inflexión, condicionado además por la pandemia del coronavirus. Desde el pasado mes de octubre, el sistema informático de gestión del portal web institucional de la UJI ya no permite publicar ningún contenido que no sea accesible. Hasta que el usuario que está editando esa publicación no lo corrige y lo adapta a los criterios de accesibilidad, es invisible y no aparece en la web corporativa. Es, sin duda, una de las principales medidas que se han adoptado para ajustarse a la nueva normativa que marca el Real Decreto 1112/2018, que obliga a que todos los servicios web y aplicaciones móviles de las administraciones públicas sean accesibles a todos los usuarios, tengan o no una discapacidad física o intelectual.
Esta iniciativa ha sido promovida por la Unidad Responsable de Accesibilidad (URA) que se encarga de velar por la accesibilidad digital en la Universidad. Uno de sus integrantes, David González, del Servicio de Comunicaciones y Publicaciones (SCP), señala que el proceso de adaptación ha sido menos traumático de lo que pensaban: “la verdad es que teníamos miedo de que hubiera muchos contenidos que quedaran sin publicar y hemos comprobado que no ha sido así”. Los errores más frecuentes han sido los enlaces, muchas veces por colocar dos muy seguidos, y el desorden de los encabezados en la estructura de un texto. “Hemos recibido menos consultas de las que preveíamos inicialmente” explica González, quien añade que los últimos informes están siendo muy favorables. Paralelamente, desde la URA también se han preparado los primeros informes obligatorios sobre la atención de quejas y reclamaciones, sobre el cumplimiento de los requisitos y sobre la promoción, concienciación y formación. Informes que deben realizarse, anualmente y que son requeridos por el Observatorio de Accesibilidad para verificar que se ajustan a la nueva directiva.
Poner el foco en todo el contenido digital
Cuando se cumple un año de la puesta en marcha de la URA, es momento de hacer balance pero también de marcar nuevos objetivos. Ricardo Borillo, miembro de la URA y analista de la Unidad de Análisis y Desarrollo en Tecnologías de la Información (UADTI), asegura que “debemos hacer una monitorización activa” porque “no podemos confiar en que el gestor de contenidos sea una garantía suficiente y que todo sea accesible”. Así, la formación y la concienciación continuarán jugando un papel clave en la eliminación de las barreras digitales. Este mes de enero, precisamente, se ha presentado el curso online ‘Edición y generación de contenidos web accesibles’ organizado por el Instituto Nacional de Administraciones Públicas (INAP) con el apoyo del Observatorio de Accesibilidad Web y destinado a todas las personas generadoras de contenido web.
Según afirma la coordinadora de la Unidad, Olga Carbó, de la Unidad de Apoyo Educativo: “hay que dotar a los usuarios de las herramientas necesarias para que sepan elaborar contenidos accesibles”. Por eso es importante poner el foco a partir de ahora en todo el contenido que no sea estrictamente web, como son, por ejemplo, los documentos PDF, los ofimáticos, las presentaciones de PowerPoint o los contenidos multimedia.
“Es necesario ponerse las pilas”
Otro de los retos que se plantea la URA para este año que acaba de empezar es revisar todos los procesos tecnológicos internos, como ya se ha hecho, por ejemplo, con la autenticación con doble factor, implantada recientemente en la universidad castellonense. Y es que la accesibilidad no solo afecta a la infraestructura, sino a todo el contenido, los procesos electrónicos y los formularios. Así lo quiso dejar claro la Subdirectora Adjunta de la Secretaria General de Planificación y Gobernanza de la Administración Digital, Elena Muñoz, durante un taller en la 41º Sectorial CRUE TIC, el pasado mes de octubre quien, después de hacer un primer análisis de los sitios web de las universidades españolas, reconoció que “la situación es bastante mejorable”. Remarcó que también hay que garantizar la accesibilidad de los contenidos de la actividad docente e investigadora y destacó que para conseguir una plena accesibilidad “se necesita el compromiso de toda la organización con todos los actores involucrados”.
Parece claro, entonces, que el reto de este 2021 sea conseguir la implicación de toda la comunidad universitaria para seguir rompiendo barreras, también las digitales.
