La accesibilidad digital en las universidades
Los sitios web y las aplicaciones para dispositivos móviles de los organismos públicos deben garantizar el acceso de todos los usuarios en igualdad de condiciones e independientemente de si tienen una discapacidad física o cognitiva. Así lo establece la ley desde septiembre del año pasado, aunque las universidades hace tiempo que tienen la accesibilidad entre sus objetivos.
La ausencia de subtítulos o de interpretación en lengua de signos, las imágenes sin texto alternativo o la exigencia de manipular el ratón, el teclado o las pantallas táctiles suponen una auténtica barrera o limitación para acceder a los contenidos web de las personas con discapacidad. Desde el pasado mes de septiembre, con la entrada en vigor del Real Decreto 1112/2018, los organismos públicos están obligados a garantizar la accesibilidad de sus sitios web y aplicaciones para dispositivos móviles. El ordenamiento jurídico español se ha incorporado, así, a la normativa europea sobre accesibilidad web. Una norma que establece, además, que la accesibilidad se debe tener en cuenta en el diseño, la gestión, el mantenimiento y la actualización de las página web y aplicaciones. Para ayudar tanto a desarrolladores como evaluadores móviles y páginas web, el Portal de Administración Electrónica (Pae) ha publicado recientemente el documento Requisitos de accesibilidad para productos y servicios TIC y también materiales aclaratorios sobre el Real Decreto.
Con la entrada en vigor de esta nueva normativa, las aplicaciones de las administraciones, organismos y empresas públicas, deben ser accesibles y se enfrentan a infracciones en caso de incumplimiento. Aunque ha supuesto un gran avance y las instituciones tienen hasta dos años para adaptarse a la nueva legislación, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) exige que la norma también se extienda a las aplicaciones y operadores privados.
Y es que aunque las personas con discapacidad reconocen que ha mejorado el acceso y uso de las TIC, existen quejas de que no pueden acceder a algunos contenidos de algunas páginas web o realizar algunas gestiones a través de internet. Así lo recoge el capítulo dedicado a la discapacidad y las nuevas tecnologías del Informe Olivenza 2018, elaborado por el Observatorio de la Discapacidad. Entre las peticiones de este colectivo se encuentra, juntamente a la reducción del precio de los dispositivos tecnológicos, la mejora de la accesibilidad de las páginas web y aplicaciones y el desarrollo de más software adaptado específicamente a su tipo de discapacidad. Es evidente que las nuevas tecnologías son una gran oportunidad para las personas con discapacidad. Es una herramienta fundamental de trabajo. 7 de cada 10 personas con discapacidad creen que las nuevas tecnologías facilitan su inclusión laboral, según un informe realizado recientemente por Fundación Adecco y la compañía tecnológica Keysight Technologies Spain.
¿Qué hacen las universidades?
Las universidades hace tiempo que tienen la accesibilidad de las TI entre sus objetivos. Se dejó claro, por ejemplo, en 2007 en las Jornadas Tecnologías de la información para una universidad accesible, organizada por la Sectorial CRUE-TIC, donde se presentaron algunas soluciones y herramientas informáticas dirigidas a personas con discapacidad, como es el caso de Mouse4all que permite utilizar la tableta o el móvil sin tocar la pantalla o Ability Connect que permite la conexión de dispositivos para personas con déficit auditivo, baja visión o dislexia.
“Hay que romper barreras y no solo las físicas”
Desde la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló y, en concreto, desde la Unidad de Diversidad y Discapacidad (UDD), se trabaja en diversos proyectos para romper las barreras y no solo las físicas. Y es que, resalta la coordinadora de la UDD, Olga Carbó, “la accesibilidad de la comunicación es también esencial”. Por ello, la Universidad facilita, gracias a la colaboración de la ONCE, productos de apoyo como programas informáticos, grabadoras o sintetizadores de voz y organiza cursos de formación sobre audiodescripción, subtítulos o lenguaje braille. Durante los últimos años, en la UJI se ha adaptado, por ejemplo, el expediente académico para que sea accesible a todo el alumnado y también el Aula Virtual, sin elementos móviles y con fondos homologados.
Además, la aplicación informática Portal que gestiona la página web institucional de la UJI incluye herramientas que permiten detectar y corregir errores de accesibilidad. Según explica David González, del Servicio de Comunicaciones y Publicaciones, “algunos de los problemas más comunes son las tablas de datos, las imágenes sin texto alternativo o los enlaces con caracteres especiales”. El objetivo final es que todo el contenido que se publica en el portal web sea accesible y, así, se garantice el acceso a la información de todas las personas.