Teletrabajo en tiempos de coronavirus
Universidades, escuelas, empresas y administraciones están poniendo a prueba estos días el teletrabajo. A contrarreloj han tenido que preparar, implementar y documentar herramientas tecnológicas que permiten y facilitan que los empleados puedan desarrollar su trabajo, de forma online y remota, desde casa.
A penas el 4% de los empleados españoles trabaja a distancia de forma habitual, según los últimos datos de Eurostat. Una cifra que se sitúa solo un punto por debajo de la media de los países de la Unión Europea, pero que queda lejos de los países punteros en teletrabajo como Holanda, Finlandia o Luxemburgo con tasas de entre el 11 y el 14%. En general, son porcentajes bajos que han dado un vuelco, en las últimas semanas, como consecuencia de la pandemia del COVID-19. El tráfico por Internet refleja el aumento del teletrabajo. En España, desde que entró en vigor el confinamiento el 15 de marzo, ha crecido un 80% y las llamadas de voz se han duplicado, según datos recogidos por El País.
De hecho, estos días leemos y escuchamos decenas de noticias, informes o consejos sobre teletrabajo. La realidad es que, detrás de todo ello, están los equipos TIC que están dedicando todos los esfuerzos para que la cuarentena tenga el menos impacto posible en las organizaciones y puedan seguir con su actividad, de forma remota. Es el caso de las universidades que han implementado y adaptado medidas excepcionales para que el estudiantado y el profesorado puedan seguir sus clases online y para que el personal de administración y servicios pueda, en la medida de lo posible, continuar con las funciones esenciales.

La Universitat Jaume I (UJI) de Castelló ha retomado esta semana las clases con el Aula Virtual como principal herramienta para conectar profesorado y estudiantado. En el primer día sin docencia presencial en el campus, se duplicó el número de visitas a la Aula Virtual, contabilizando hasta 30.000 accesos a recursos, tareas y cuestionarios y realizando 10.000 interacciones a través de foros, chats y diálogos. Y a todo ello aún sumamos una cifra más: los más de 7.000 accesos a recursos y guías de docencia en línea que se han elaborado para garantizar en la medida de lo posible el trabajo desde casa.
La tecnología: una gran aliada ante la crisis del COVID-19
Las empresas tecnológicas también están intentando arrimar el hombro estos días y han anunciando medidas para poder hacer frente a las consecuencias de la crisis por el coronavirus. Google, por ejemplo, ha puesto en marcha un paquete de medidas para ayudar a negocios y escuelas a mantenerse conectados durante la cuarentena. Desde la semana pasada, ofrece a los clientes de G Suite y G Suite for Education un servicio de Hangouts Meet más amplio, de manera que pueden realizar reuniones de hasta 250 participantes por llamada y con transmisión en vivo para hasta 100.000 espectadores dentro de un dominio. Y la capacidad de grabar las reuniones y guardarlas en Google Drive.
Durante estos días también se ha disparado el uso de las aplicaciones y las herramientas tecnológicas para hacer videoconferencias. Es el caso, por ejemplo, de Zoom, Jitsi o Microsoft Teams. Esta última ha superado los 44 millones de usuarios activos diarios, cuando este mismo mes de marzo llegaba a los 32 millones coincidiendo con su tercer aniversario. El uso de otras herramientas similares como Skype o Webex se ha multiplicado por 4, según las operadoras.
Sea como sea, ante esta pandemia, la tecnología se ha mostrado y se está mostrando, una vez más, como una gran aliada y no solo para nuestra actividad laboral. También nos está ayudando a mantener nuestras relaciones sociales y familiares y a tener momentos de ocio y desconexión. En todo caso, una vez superemos esta crisis, podremos preguntarnos si hemos superado o no el examen.