El salto a la nube
La migración a la nube se ha convertido en un paso clave para cualquier organización que quiera vivir en la revolución tecnológica. Las predicciones, según las consultoras Gartner o IDC, apuntan que el cloud computing seguirá creciendo. Y aunque sea lentamente, las universidades españolas también están apostando por este sistema. Queremos mostraros la experiencia pionera de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló que ya lleva más de dos años en el cloud.
Una mayor flexibilidad, una mejora de los servicios y una reducción de los costes. Son los principales motivos por los cuales la UJI decidió migrar todo el entorno de su gestión al cloud, convirtiéndose en la primera administración pública española en dar este paso. Como hemos explicado en alguna ocasión, la UJI ya fue la primera universidad en trasladar el correo electrónico a Google. Tras este proyecto, puso en el punto de mira la base de datos corporativa, como principal activo a mimar en la organización, y apostó por dar el gran salto a la nube de la mano de Amazon Web Service (AWS).
¿Y por qué AWS? A la hora de analizar y elegir proveedor la posibilidad que ofrecía AWS de dar acceso bajo demanda a los recursos informáticos fue determinante. Eso y la reducción de gastos que suponía para la Universidad. “Hemos conseguido reducir el coste de nuestra infraestructura y su administración” asegura Ricardo Borillo de la Unidad de Análisis y Desarrollo TI de la UJI. Con el paso a la nube, se ha ahorrado en tiempo y esfuerzo y se han eliminado tareas repetitivas u ocultas como es el mantenimiento de hardware, la adquisición de equipos o licencias y la gestión de instalaciones. Todo ello ha permitido liberar al personal técnico de estas ocupaciones para poder dedicar su talento y valor añadido, por ejemplo, al desarrollo propio de software, una de las señas de identidad de la Universidad. Con la migración, la UJI calcula un coste mensual de unos 5.000 euros en consumo bajo de demanda. Un coste que, además, se puede reducir un 40% por la reserva de servicios.
A finales de 2016, se hizo una licitación por dos años de 232.000€, que se prorrogó dos años más el pasado mes de diciembre. El volumen de la operación era muy importante, ya que suponía trasladar a la nube el conjunto de la gestión de la Universidad. Se traspasaron, por ejemplo, 700 GB de datos y 18 servidores. Además, al ser una administración pública la migración al cloud debía cumplir el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y el Esquema Nacional de Interoperabilidad (ENI), además de la ley de protección de datos. Con este proyecto, la UJI ha dado un paso más en su firme defensa por la transformación digital y su liderazgo tecnológico. Es un proyecto pionero que, como ya explicamos, fue reconocido el año pasado con el premio Sapiens que otorga el Colegio Oficial de Ingeniería Informática de la Comunidad Valenciana.
Otras universidades han apostado también por la nube. Es el caso, por ejemplo, de la Universidad de Notre Dame, la Universidad de Cambridge o la Universidad Estatal de San Francisco. En España, “la nube se abre camino lentamente en las universidades, con un estancamiento en su utilización, ya que solo un 16% de los servicios identificados están basados en esta tecnología, siendo el incremento del 1,6% respecto la campaña anterior”, según revela el último informe UNIVERSITIC de la Sectorial Crue-TIC. Este mismo estudio certifica que uno de cada diez servicios recogidos en el catálogo TI se presta desde la nube (pública y privada).
Sea como sea, la nube parece ser el presente y el futuro de cualquier organización, ya sea una administración pública ya sea una empresa. Las previsiones de la consultora IDC apuntan que el 40% del gasto IT mundial estará relacionado con el cloud en 2020. Unas cifras que confirman, por ahora, un mercado creciente e imparable que ha provocado una gran batalla comercial entre las principales compañías tecnológicas.